sábado, 5 de septiembre de 2015

SHIVA -  El auspicioso

Estamos trabajando en Yoga para Embarazadas, el Mantra "Om Namah Shivaya", saludo al Señor Shiva, Dios hindú de la destrucción, entonces surgieron una serie de preguntas sobre esta deidad, tan contradictoria como poco entendida en Occidente. 

Primero quiero aclarar, que me resulta sumamente difícil definir a Shiva en pocas palabras. Intenté elegir aquellas características que mejor se apliquen a su condición. Shiva es ilimitado y definirlo es limitarlo. Shiva se ubica en un punto medio, "no es esto ni aquello" o "es esto y lo otro también". Habiendo hecho esta introducción, comienzo con esbozar tan solo un recorte que hice de todo lo grande que este personaje es para el Yoga.

Como venimos diciendo, Shiva es una de las deidades que conforman la trimurti (tres) hindú junto con Bhrama (creador) y Vishnu (conservador). Shiva es el más contradictorio pues personifica los polos opuestos con el fin de trascenderlos. Se lo puede venerar de distintas maneras, como Yogui patrono de los ascetas o como el mayor de los demonios. Es el dios de las múltiples formas, personifica las potencias de la destrucción pero se trata de una destrucción que permite la nueva construcción. La muerte para la resurrección.

De todas maneras si Shiva es la conciencia ilimitada, el espíritu, no existe sin su contrapartida femenina, la Shakti, energía creadora que se conoce también en diversas formas y nombres: Parvati, Durga, Kali entre otros. Shakti es la que se manifiesta en el mundo pero ambos aspectos son inseparables, hay un dicho muy famoso que versa así: "Shiva sin Shakti es Shava" (cadáver).

En la foto vemos a Shivanataraja o lo que es conocido por la "danza de Shiva". Esta figura es un conjunto de símbolos de todo lo que esta divinidad representa y la podemos tomar como una síntesis.

Este dios en movimiento representa la liberación, el pasaje de un estado a otro, la muerte y el nacimiento como el ciclo sin fin del Universo.